El Yoga me ayudó a correr mi primera Semi Maratón en Paris





Soy una corredora amateur. Comencé hace poco tiempo con esta disciplina que veía imposible para mí. Este año me propuse correr una semi maratón sin tener ninguna experiencia previa en una distancia como tal. Elaboré un plan de entrenamiento, de descansos y de comidas que se ajustaron a mí para poder llegar tranquila al día de la carrera.

Durante muchos años pensaba que esta actividad física no era para mí. Nunca voy a poder correr ni 10 minutos, me agito demasiado, no me alcanza el aire, mi corazón va a explotar, no llego, no puedo, no…no ..no.

Así fue como empecé en mi primera clase de Yoga. Estuve años mirando desde lejos esta actividad, pensando lo aburrida que era, lo imposible que se veían las posturas. Es demasiado tranquilo, no es para mí, yo necesito más explosividad, es para personas adultas, y miles de juicios más. La primera vez que asistí a una clase, sudé muchísimo. No entendía cómo personas de la 3era edad podían mantenerse calmos durante varios minutos en una misma postura sin transpirar. Mi cuerpo no solo goteaba si no que temblaba para mantener aunque sea unos 3 segundos( lo que tardaba en inhalar y exhalar) una postura.

Pero cómo es posible? Entreno todos los días en el gimnasio y no puedo mantenerme en un guerrero del saludo al sol. Ni hablar de estar concentrada en lo que me dice la profesora porque estoy ocupada tratando de respirar, alinear mi cuerpo, ver lo que hace el de enfrente y sentir que mi espíritu se alinea a mi chacra de la raíz. Aunque no tenia ni idea de qué era eso.

Pues así empecé yo. Diciendo muchas veces, esto no es para mí y ahí me envío el Universo para demostrarme que si era para mí, como lo es para todos.

Hace un par de semanas, comencé a probar mi vestimenta para el día de la carrera, las zapatillas, el top, unos calcetines que no lastimen mis pies, el gps, la música…y hago un stop aquí. Es increíble cómo nos afecta lo que pasa en la mente que se refleja en el cuerpo y en la respiración.

Mis listas de reproducción a menudo eran muy motivacionales, de workout ligero que marcan el paso y te mantienen enérgico toda la rutina.

Normalmente escucho musica que no me haga pensar en otras cosas, porque esas otras cosas no sólo me distraen si no que generan ruido en mi cabeza. Pensamientos que van y vuelven como un boomerang sin terminar.

Pero esta vez empecé a probar con otro tipo de sonido. La música que uso en mis clases de Yoga. Bueno, no toda la música, sólo un estilo que tiene más que ver con el flow, el tantra, los cánticos esperanzadores y sonidos que le dan serenidad a mi mente.

No solo logré correr esos 21km “en estado presente”, como suelo decir en mis clases de Yoga, si no que me mantuvo en un estado de meditación. Mi respiración fue constante, sin sobresaltos, mi corazón latia a un ritmo tranquilo sin preocupación y mi cuerpo seguía empujando para llegar a la final a pesar del cansancio. Mi mente estuvo en todo momento viviendo el presente, no habían otros pensamientos sobre el futuro, ni fantasmas sobre el pasado. Logré un objetivo en tan poco tiempo y nunca antes hubiese imaginado correr una Semi Maratón.

Eso y mucho mas me brinda el Yoga. No se trata de la flexibilidad del cuerpo y de las posturas bonitas. Se trata de conquistar la mente, los pensamientos y verás como todo se alinea a tu favor.

Pero paciencia, empezaremos con las asanas, los saludos al sol y de a poco ganaras esa confianza, esa concentración y todo lo que te propongas lograr para tu vida. Ven, yo te guiaré; siéntate en tu tapis de yoga, toma una gran inhalación por la nariz y exhala por la boca…

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